Cuando llega un bebé a nuestra vida siempre es una buena noticia. Siempre traerá felicidad a nuestra vida pero también muchas responsabilidades. Todo debe estar perfecto para la llegada del bebé. Debemos brindarle un espacio acogedor y agradable.
La habitación debe proporcionar seguridad y comodidad al bebé. Allí dormirá, jugará y pasará gran parte de su tiempo. Veamos qué debemos tener en cuenta a la hora de decorar la habitación del bebé.
Elegir la habitación, el suelo y los colores de las paredes
Si puedes elegir, debes colocar al bebé en una habitación que reciba mucha luz natural, buena ventilación y sea lo más silenciosa posible. Tampoco puede hacer demasiado frío, la temperatura ideal para que duerma un bebé es entre 20-22° centígrados. La habitación del bebé debe ser lo más parecida posible a la tuya.
Las premisas fundamentales para el suelo son la seguridad y la limpieza. Ya que en cuanto el niño empiece a gatear y luego a andar, estará en contacto permanente con el suelo. Las alfombras no son recomendables porque acumulan ácaros. Si optas por una alfombra, escoge una que sea lavable.
Para las paredes, debes elegir colores neutros como el beige, el verde claro, el gris claro o, si ya sabes el sexo, podemos optar por los tradicionales rosa y azul pero en tonos pastel. Estas paletas de colores transmiten armonía y serenidad. Puedes pintar las paredes con colores más vibrantes que estimulen la creatividad cuando el pequeño cumpla dos o más años. Elige una pintura al agua no tóxica y lavable. En el caso de elegir un papel pintado, que sea lavable, sobre todo cuando el pequeño empiece a dibujarlo todo.
No sobrecargues la habitación con muebles
Es importante no sobrecargar la habitación del bebé. En este caso, menos es más. Durante el primer año una cuna, una cómoda o cambiador y quizás un armario es más que suficiente. Más adelante, el pequeño necesitará un mueble para guardar los juguetes y, si la habitación tiene espacio suficiente, un escritorio o una mesa con sillas para que el niño juegue, lea y haga los deberes.
Es mejor elegir muebles de madera maciza con acabados naturales, evitar los aglomerados y los barnices. En cuanto a los textiles, la ropa de cama, las cortinas y las alfombras deben ser de fibras naturales como el algodón para evitar alergias. Además, debe ser fácilmente lavable. Cuando se trata de niños esto es fundamental.
Para la iluminación de la habitación evita los tubos fluorescentes y las lámparas halógenas. Si se trata de una habitación pequeña, basta con luz cenital e indirecta. Es necesario aprovechar al máximo la luz natural que entra por las ventanas, por lo que las cortinas deben ser translúcidas y en tonos claros.
Estos son algunos consejos para decorar la habitación de tu hijo. Alquilar algunos de los muebles que no vaya a utilizar durante mucho tiempo es una buena idea.
